martes, 8 de mayo de 2007

Debutantes del Mc Donald's

Si alguien me hubiera advertido de que me dolería tanto la primera vez, es muy probable que jamás me hubiera asumido como puto. Soy por demás sensible al dolor físico (lo que los chongos, supuestamente "machos", suelen llamar "marica") y nunca me hubiera animado a dejarme penetrar. Muchos dirán: "Bueno, bastaba con hacerte solo activo" pero para mí no corren esas etiquetas. Uno es puto y listo. No hay más que hablar. Si te gustan los tipos, te gustan sus culos y también sus pijas y le das y les recibís placer por donde fuere. Lo demás es puro cuento o solo un modo de no animarte a gozar en libertad.

Por suerte, llegué a mi primera relación sexual sin vaticinios ni mucha charla previa con otros más experimentados. Ahora (si vamos a ser sinceros) debo confesar que yo era consciente de lo que podía suceder. Ergo, me dejé culear porque me moría de ganas por probar.

La teoría me la sabía de memoria: relajación, lubricación y juego previo. La enciclopedia de mi padrino era bien explícita con esos consejos. Pero ya dice el refrán que "del dicho al hecho hay mucho trecho".

Tenía tanto miedo que lo de la relajación no podía ser más que una utopía. Yo trataba de aflojarme pero mi culo se había transformado en un ente autárquico que desoía las órdenes impartidas por mi fogosa voluntad y se empeñaba en mantenerse apretadito como el culo de una Barbie.

Con el tema de la lubricación no me iba mejor. De los nervios se me había secado la boca y, por más que se la chupé hasta que casi acabó, vanos fueron mis esfuerzos para lubricar aquella salchicha de viena que quería conocerme por dentro.

Para colmo, mi compañero también era primerizo y, después de la mamada, ya estaba desesperado por metérmela. O sea que de juego previo ni hablar.


Se llamaba Marcos y lo había conocido en el chat apenas dos días antes. La clásica: ¿cuántos años tenés? ¿dónde vivís? ¿vas a bailar?... hasta que uno de los dos se anima a abordar el tema que en realidad les interesa: ¿sos activo o pasivo? ¿ya la pusiste? ¿la tenés grande?

El caso fue que aquella noche terminé con el cerebro quemado. Cuando apagué la máquina tenía tal calentura que me tuve que hacer tres pajas antes de lograr conciliar el sueño. Por si no lo recuerdan, a los quince años esas cosas son frecuentes (juas).

Marcos me había pasado el número de su celular y al día siguiente lo llamé desde un teléfono público. Tuve la precaución de no llamarlo desde casa. Mi vieja es medio bruja y siempre olfatea mis andanzas. De haber sospechado algo extraño, hubiera sido capaz de rastrear la llamada. Desde siempre tan metida en mis asuntos. Como si el culo lo pusiera ella. Hay gente que nunca aprende y ella sería incapaz de reconocer que el marido la abandonó porque en la cama era un peceto mechado. Sin embargo, tan moralista como es, nunca me rechazó la plata que le paso... ¿El dinero lava acaso todos los pecados?

Me encontré con Marcos esa misma tarde, en un Mc Donald's del centro. Era mediados de diciembre y el calor empezaba a apretar. El calor climático y el calor social. Medio país había quedado preso del corralito y en todo el país se multiplicaban las protestas frente a los bancos. La adolescencia y las hormonas completaban mi cuadro de ansiedad y confusión.

Pedí un Big Mac, papas medianas y Coca-Cola pero al primer bocado sentí que el estómago se me revolucionaba. ¡Lo único que me faltaba era que, justo ese día, me diera cagadera! Por precaución, dejé todo en la bandejita sin tocar.


A la hora indicada, ni señales de Marcos. Lo único que sabía de él era que tenía diecisiete años, que era delgado, de metro ochenta, blanco y que llevaría una camisa negra. Yo le había dado también mis señas: metro setenta y dos, rubio, carita de nene, musculosa blanca, bermudas y ojotas. Con el transcurrir del tiempo, no pude evitar darle paso a los típicos fantasmas: ¿y si no iba? ¿y si era feo? ¿y si en realidad era un viejo verde?

Ya estaba a punto de huir cuando escuché su vocecita ceceosa a mis espaldas.

- ¿Ezequiel?

Me di vuelta y lo vi. Alto, flacucho, pálido, con la cabeza llena de rulos, mirada de pánico y la más hermosa de las sonrisas. Pero llevaba una remera verde.

- Es que la camisa negra estaba sucia.

Al toque me di cuenta de que estaba mintiendo. Pero qué lindo era. Aunque no tardó mucho en confesar que pensaba dejarme plantado si no resultaba de su agrado.

Unn par de palabras fueron suficientes para saber que aquel encuentro sería positivo para ambos. Marcos fue por su comida y, mientras hacía la fila, yo lo miraba sin poder creer mi buena suerte. No era Jude Law, pero zafaba con honores... y tenía un culo digno de museo.

Cuando regresó con su bandeja, le di una nueva oportunidad a mi despreciada hamburguesa y charlamos largamente como si nos hubiéramos conocido desde siempre. Ya entrada la noche, después de la tercera o cuarta Coca-Cola, el sexo volvió a copar la conversación.

- ¿Vos ya cogiste alguna vez? -le pregunté casi en susurros y recostándome sobre la mesa para asegurarme de que nadie me escuchara.

Marcos abrió grandes los ojos y negó con la cabeza.

- ¡Pero estoy que me vuelvo loco! -agregó con una sonrisa que me derritió.

- Y ¿no te da miedo?

- ¿Qué cosa?

- Que te la metan. Eso debe doler.

Escondió las manos entre las piernas, encogió los hombros y alzó la mirada como buscando una respuesta impresa en el cielorraso.

- Tenés razón: mejor te cojo primero yo a vos.

Los dos largamos la carcajada pero también sabíamos que estaba hablando en serio. Seguimos en la misma tesitura (hablando de culos, pijas, mamadas y todas esas cosas que no conocíamos más que en teoría) y el calor se nos manifestaba en la cara y la expresión. Yo sentía que las mejillas me quemaban y a él las orejas se le habían puesto como tomates. Hasta que no pudo soportarlo más.

- Agachate y mirá debajo de la mesa -me dijo.

Se había puesto de costado, girado hacia la pared. Con los ojos me hacía señas hacia abajo. Supuse que se le había parado y que quería mostrarme el bulto. Yo me moría de vergüenza pero fue tanto lo que insistió que al final le hice caso.

Menuda sorpresa me llevé. Por debajo de la mesa, Marcos había corrido el cierre de su pantalón y me mostraba la verga sin inhibiciones, orgulloso y desbordado de calentura. El corazón se me salió del pecho. Se me cortó la respiración. No sabía si seguir mirando su pija o cerciorarme de que nadie más la viera. Tuvo que darme un golpe con el pie para que saliera del pasmo.

- ¿Te gustó?

¡Claro que me había gustado! Pero solo pude responderle con un movimiento de cabeza. Me había gustado y me había contagiado la erección. Cuando puso su mano sobre la mía, una corriente eléctrica me recorrió todo el cuerpo y entonces supe lo que tenía que hacer. Sin mayor disimulo, me puse de pie y le ordené:

- ¡Vamos!

Apenas esperé a que se acomodara la ropa. Lo tomé de la mano y lo guié hacia las escaleras que llevaban al primer piso. Él me seguía un poco aturdido pero anhelante.

Entramos en el baño, inusualmente desierto. Como si estuviera acostumbrado a ese tipo de situaciones, fui directamente a uno de los retretes con Marcos aún de la mano y, cuando los dos estuvimos dentro, cerré la puerta de modo mecánico, me di vuelta, lo enfrenté y le di el primer beso de mi vida. Húmeda y ardiente, mi lengua irrumpió entre sus labios y desató el estallido de la piel tan esperado.

Y de ese estallido surgió el Zeky que hoy conocen. Este que soy ahora. El que fue parido adolescente por la fuerza del deseo. ¿En qué momento mis manos se apoderaron de su verga? ¿Cuándo habían desaparecido mis bermudas y mi pantalón? ¿En qué momento me arrodillé frente a él para empezar a tragármelo con torpeza? Regresé a la realidad cuando ya estaba en plena tarea y Marcos era una fuente de jadeos incontenibles. Como siempre, la teoría me la sabía de memoria. Pero la enciclopedia de mi padrino no decía qué hacer cuando la pija te obturaba la garganta. Hice lo que pude. Modestia aparte, talento para esas cosas es lo que siempre me ha sobrado. A los pocos minutos, Marcos acababa dentro de mi boca con un quejido apenas contenido. El sabor agridulce de su leche detonó mi propia erupción y, en aquel retrete impecable del Mc Donald's, mi semen conoció el placer de la libertad. Luego sonreímos. Teníamos buenos motivos para hacerlo. Él me ayudó a ponerme de pie y, semidesnudos como estábamos, volvimos a besarnos largo rato.

Las risotadas de otros flacos que entraban en el baño nos rescataron del ensueño. Quedaron mudos cuando nos vieron salir del retrete como si nada. Y volvimos a escuchar sus risotadas mientras bajábamos las escaleras.

Al día siguiente, el país entero comenzaba a desbarrancarse. Más protestas en las calles, muertes en la Plaza de Mayo y un presidente que huía en helicóptero de la Casa Rosada, mientras en un pequeño cuarto de La Plata, Marcos y yo completábamos nuestra primera aventura.

Pero eso se lo cuento otro día.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo la primera vez jamas habia hecho sexo anal, pero con mi primo y en la edad de unos 16 años, lo intentamos...El ya tenia el pene mas gordo que yo, lo tenia estupendo, nos magreamos un poco, para disfrutar--aun eramos aprendices....despues de hacernos una simple masturbacion sin llegar a eyacular, me dijo: quieres que te la meta por el culo...a mi la novedad me intrigo...tenia la punta de su pene cali quemando..a mo me volvia loco de placer, pero al pincharme y sin llegar a los mas hondo mi dolor se hacia intenso, decidimos parar, porque el dolor se confunde con el plaver y supera mas el sexo que el dolor...me penetro fuertemente, llagando a la eyaculacion...Por cierto, eramos diria yo bastante jovenes y aun desconociamos lo que todos los hombres ahora saben lo del punto G..como amigos primos lo hicimos unas cuantas veces mas...pasaron los años y nos encontramos a veces rodeados con sus hijos y mis hijos y como no las mujeres.....Es decir hacer sexo en la juventud con alguien de tu mismo sexo a uno no deben escasillarlo como un gay.....ROCCO 6

TresCatorce dijo...

Hay q liberar la cabeza, relajarse, pasarla bien. Obvio q si el otro no colabora... Alguna crema ayuda (siempre al agua, q las otras rompen forro). Pero sobretodo, liberar la mente, amigniños. Saludos.

Anónimo dijo...

Siempre cachondo este blog.
Celebro eso!!!!!!!

Besotes desde las callecitas de la siempre misteriosa Buenos Aires.

Unknown dijo...

por pavel novotny! estas hecho un fuego amigo! para colmo que buen polvo primerizo que te hechaste. Por suerte, en mi primera penetracion no hubo dolor, ni me concentre, sino que se dio nomas. ni me dolio. una suerte. eso si, despues no podia sentarme o ir de cuerpo porque me dolia horrores, XD!
Lo malo: me toco uno que si bien seguimos viendonos, no me hacer terminar ni en pedo. una lastima, solo una vez pude terminar con el y luego con nadie mas. estoy esperando por el activo adecuado

*Raul* dijo...

sera que duele, sipero al principio despues es ricote y sabroso, ah ese culo esta para rebntarlo jajajaja.

EzLoKhAi dijo...

Já! eso no se hace!
jejeje.. como es eso que "lo cuento en otra historia" canalla, canalla,
Me esta gustando demasiado la línea que esta tomando esta pág!!
Se ve que has hecho un gran trabajo con los links del costado, los visitare uno a uno.

Saludos!!
Zlkhai.

EzLoKhAi dijo...

P.D.: Ha, por ciero, los comentarios anexos a tu relato le dan un cuerpo muy solvente.. realmente te felicito.

Lucho´s dijo...

Cada vez se me hace mas adictivo pasar por este blog.
Tiene la cantidad necesaria de ternura, sexo y buen relato que a uno lo atrapa.
Y el post de hoy mmmm para que agregar algo mas, eso si, por favor la segunda parte yaaaaaa
exitos

Oli dijo...

Si fuera ficcion, es excelente. Si fuera verdad, es eso nada mas. Saludos. Muy bueno de verdad.

Fran dijo...

Apuesto que la primera foto es de tu orto. Fantastic!

Unknown dijo...

Rocco.- Bien cachonda tu historia, pero hay dos comentarios que se me escapan sin poder reprimirlos (juas): 1) El punto G es para las minas, tengo entendido que para los varones es otra letra (reketejuas) que ahora no recuerdo. 2) Sea joven o viejo, para mí todo hombre que disfruta del sexo con otro hombre es gay o por lo menos bi. No te reprimas más.

trescatorce.- A buena hora me venís con la receta! La necesitaba ese día en que me rompieron el culo!!!!! Ahora ya me banco cualquier calibre. Igual se agradece el comentario: siempre puede pasar alguno que no esté informado, juas.

el_huije.- YO estoy siempre cachondo!!!!! Vivimos en la misma ciudad pero no siempre le veo lo misterioso.

paulus cerberus.- Seguro que ese activo debe andar dando vueltas por ahí. Te puedo garantizar que está buenísimo que te la sepan poner. Si no violara mis principios éticos, me ofrecería para ayudarte, juas.

raul.- Estoy de acuerdo.

EzLoKhAi.- A no desesperar. Ya vendrá la continuación.

Lucho´s.- Como estudiante de Letras que soy y aspirante a escritor (no creas que solo me la paso cogiendo), tu elogio es uno de los mejores que he recibido en mi vida. Aunque eso de las adicciones no siempre resulte bueno...

sEBAStian matias oliveira.- Ay, me confundiste con eso de que "es eso nada más" pero me alegra que te haya gustado.

Fran.- No queda bien que yo lo diga, pero mi orto es todavía más lindo que ese. JUAS. Prometo poner alguna foto un día de estos.

Gustavo López dijo...

A veces una calentura puede hacer que el dolor se transforme en un condimento del placer.

Bueno, tampoco al punto de que te lo tengan que coser después...

Javier dijo...

Toda la imagineria gay en marcha, jajaja, desconocido o casi, lavabo, primera vez, ainssss, veo que hay cosas que no cambian.

Anónimo dijo...

Bueno, Zekys! De los blog más calentorros que he visto... Coño que casi me corro vivo, ya no me queda mucho... Que esta noche he visitado brasiiiiiiiiiiiiil!! Digamoslo asi...
Vivan las fiestras madrileñas de San Isidro!!

Unknown dijo...

el guz- a estas alturas ya me puse cierre relámpago, juas.

pe-jota - y nunca cambiarán!!!!!

quino- Que vivan las fiestas de San Isidro!!!!! pero qué es eso de que conociste Brasil!!!!! No estarás insinuando que Buenos Aires es la capital de Brasil ¿no?

Anónimo dijo...

Jajajajaja... Noooooooo, que conocía a un "representante" de ese pais...
No digo mais!! :P

TresCatorce dijo...

Uf, si tendre experiencia en colitas virgenes... jejeje, alguna vez fueron (¿son?) mi debilidad, ahora toy comprometido. Tendría que escribir sobre eso en mi blog... Y aunque suene un poco demasiado debo decir que hasta los que no eran virgenes conmigo volvieron a debutar... Ejem...

Anónimo dijo...

zeky's esto es demasiado bueno. es excelente. casi senti que quien se metía al baño de mcdonald contigo era yo!

un beso desde dentro mio...

Anónimo dijo...

Leo unos cuántos blogs cada día, pero ninguno tan descriptivo y excitante como el tuyo, realmente escribes muy bien, espero que no se malogre un talento así, un beso desde el país vasco

Unknown dijo...

QUINO- qué habrás andado haciendo con el brasilero... CONTÁ!!!!!

trescatorce- eso de los debuts fue una insinuación???? juas.

tilo- desde cuán adentro viene el beso????

jag38- yo también espero que no se malogre, buaaaaaa. Gracias por los halagos.

Anónimo dijo...

Muy buena tu pagina, si quieres ver a Pavel Novotny visita:

http://www.malesandmen.blogspot.com/2006/11/pavel-novotny.html

Suerte y éxitos